Sierra de Vicort

Casi paralela a la Sierra de Algairén, la Sierra de Vicort o Bicora como se la conoce en la zona, es un ecosistema de gran valor entre los valles del Perejiles, el Grío y el Jalón.

Sierra Vicort (7.079,73 Ha)

Alineación montañosa que integra la sierra de Vicort (1431 m.) al NW, la sierra del Espigar (1277 m.) y la sierra Modorra (1279 m.) al SE, separando el valle del río Grío al NE y el valle del río Perejiles al SW ambos adaptados a la estructura dominante. El espacio se ubica dentro de los macizos paleozoicos de la Ibérica Zaragozana, identificados estructuralmente como horsts disimétricos de dirección NW-SE con una clara vergencia hacia el Noreste. Estas sierras están individualizadas respecto al resto por corredores longitudinales y collados transversales. Están formadas por materiales cuarcíticos, de gran dureza que resistieron a la nivelación erosiva postalpina conocida como superficie de erosión fundamental, quedando las crestas cuarcíticas como relieves residuales. Los depósitos cuaternarios son poco abundantes asomando en amplias extensiones la roca desnuda sin apenas alteración. En la parte meridional de las sierras encontramos formaciones detríticas terciarias sobre las que se depositan algunos glacis pleistocenos y pliocuaternarios. El paisaje vegetal está formado por bosques de Quercus rotundifolia combinados con extensas superficies de Pinus pinaster. En otros sectores más favorecidos o a mayor altura aparecen quejigales en las vertientes septentrionales que dan pie en algunos sectores a un rebollar de Quercus pyrenaica cuya distribución actual parece mermada en beneficio del Pinus pinaster. Junto a las formaciones arbóreas encontramos un mosaico de matorral mediterráneo muy diverso, formado por brezales con aliaga, tomillares mixtos con pastizales estacionales, lastonares mixtos, Calluna vulgaris, etc. Las principales actividades agropecuarias se centran en el pastoreo de los pastos secos y los matorrales. El aprovechamiento del bosque y la caza son en menor medida otras actividades desarrolladas en este espacio.

Sierras paleozoicas en las que se desarrollan encinares en buen estado de conservación, y en menor medida quejigales y rebollares. Junto a los bosques de quercíneas encontramos espacios más alterados están cubiertos por matorrales termomediterráneos y brezales. Presencia de Centaurea pinnata y los complejos reproductivos que mantiene con otras especies ibéricas del género.

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