Castejón de las Armas

Está ubicada en pleno Sistema Ibérico, próxima a la confluencia de los ríos Piedra y Jalón. La iglesia parroquial de la Asunción, del siglo XVII,  es uno de los lugares de interés del municipio, junto con la ermita de la Virgen del Cerro, que preside el núcleo urbano.

datos prácticos

 

Ayuntamiento: Paseo de Joaquín Costa, 1

Tel: 976 872 000

Email: casarmas@dpz.es

Gentilicio: castejonero/a

Fiestas: San Isidro (15 de mayo). San Pascual (17 de mayo). Virgen del Cerro y San Roque (14-16 de agosto).

Distancia a la capital

Altitud

Castejón de las Armas

Castejón de las Armas debe su nombre a que, hasta el siglo XVII, una de sus principales industrias fue la fabricación de armas, por lo que cambió su denominación de Castejón de Ateca o  Casteion de sobre Atequa por Castejón de las Armas. Se conservan los restos de un castillo de posible origen musulmán, que según la tradición, fue conquistado por el Cid Campeador durante su estancia en tierras de la Comarca Bilbilitana. Incorporado al reino de Aragón por Alfonso I el Batallador durante en el 1120 desde entonces la localidad perteneció a la comunidad de aldeas de Calatayud, aunque el Cister tuvo alguna propiedad en su término y por supuesto cierta influencia. Los monumentos y sitios destacados en la población son fundamentalmente la Iglesia de El Salvador y la Ermita de la Virgen del Cerro. El Río Piedra atraviesa el pueblo dividiéndolo en dos.

Fotografías: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

Iglesia de el Salvador

La Iglesia  parroquial está dedicada a El Salvador y se levanta sobre un espolón rocoso desde el que se domina el caserío. Construida en mampostería, ladrillo y piedra de sillería en las esquinas, al interior se accede por una sobria portada renacentista, labrada en piedra, con una puerta en la que pende un espectacular llamador fálico.

El interior es renacentista, de la segunda mitad del siglo XVI. Se compone de una sola nave de tres tramos y cabecera. De las columnas adosadas con fuste anillado arrancan los nervios que conforman las bóvedas de crucería estrellada. El presbiterio lo cubre por completo un gran retablo barroco de madera en su color, el tramo de los pies queda enteramente ocupado por el coro, elevado sobre una bóveda de crucería estrellada, que se abre a la nave mediante una sencilla balaustrada de madera. 

En el siglo XVIII se añadieron en el tramo adyacente al presbiterio que se abren a la nave central dos capillas, mediante sendas portadas de arco de medio punto decoradas con yeserías barrocas, la del Evangelio muestra en la parte superior un relieve con la imagen de San Roque sobre el escudo del donante, en la Epístola es la imagen de San Pascual Bailón, también sobre las armas del donante. 

En su interior se conservan una serie de interesantes retablos realizados entre los siglos XVI a XVIII de entre los que destaca el retablo mayor. Realizado en madera, se conserva en blanco, es decir sin dorar ni policromar. Presenta, en su calle principal la escena de la Transfiguración del Señor un motivo iconográfico poco habitual y que solo se localiza, como tema principal, en este retablo y en el de la localidad de Jaraba.

Muy interesante es la talla el siglo XIV de la Virgen María que se conserva en la sacristía. Se encontró mientras se realizaban obras de restauración del templo. Pendiente de restaurar es una pieza excelente de imaginería gótica. Seguramente formó parte de un calvario y el haberla encontrado enterrada responde a la tradición de no destruir las imágenes cuando se retiraban del culto. Era costumbre de enterrarlas en el interior de las iglesias, algo que a veces se documenta en los libros parroquiales.

Ermita de la Virgen del Cerro

Al templo se accede por un atrio sobre el que se levanta un sencillo campanario. El interior, de una sola nave se acomoda a la estética barroca de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Está presidida por un retablo rococó en el que las armas del donante campean sobre el camarín donde se ubica la imagen de la Virgen del Cerro, titular de la ermita. Dos puertas rococó dan acceso al espacio trasero del retablo que se utiliza como sacristía.

Cuenta la tradición que Fernando el Católico, antes de la toma de Granada, encargó una espada en las acerías de Castejón. Cuando la tuvo hecha, el monarca veló toda la noche su espada en la ermita de la Virgen del Cerro (suponemos que en la anterior a esta) y que una vez tomada la capital del reino Nazarí volvió a Castejón y dejo su espada a los pies de la Virgen.