La villa de Godojos atesora uno de los edificios más singulares de la Comarca, la impresionante torre gótica del castillo de los Señores. Un prisma rectangular construido con sillería de arenisca roja y caliza blanca, con ventanas geminadas. Rematada en una terraza, de matacán corrido y merlones acabados en pirámides escalonadas de regusto islámico.

Se construyó en el siglo XV, una época en la que el gusto por el lujo de la alta sociedad flamenca influyó de una forma singular en la austera nobleza de los reinos de Castilla y de Aragón. Pero en este último reino aún se mantenía una estrecha alianza con la tradición decorativa islámica, que se ve reflejada en algunos detalles de la estructura interior del castillo, como por ejemplo, en la techumbre de las estancias interiores, cuya viguería apoya en estribos decorados en todas sus caras con motivos geométricos con una indudable influencia andalusí.

La noticia escrita más antigua del castillo y la localidad se remonta a 1278. En 1398 Juan I donó a Rodrigo Lorenzo de Heredia, señor de Godojos desde un par de años antes, el mero y mixto imperio con toda la jurisdicción en dicho lugar. En 1417 era señor su descendiente Lope Ximeno de Heredia y en 1452 el señor de Godojos era Fortún de Heredia. Pero en el siglo XVI el señorío había cambiado de manos, ya que entre 1535 y 1538, Godojos era arrendado por sus dueños Pedro Martínez de Luna y su esposa Inés de Mendoza, señores de Illueca, a Juan de Torrijos quien pagaba 56000 sueldos a los citados señores. En 1610 se ha documentado que pertenecía a la casa del marqués Camarasa (título que estaba en manos de una rama de los Luna). Actualmente la torre de los Señores de Godojos pertenece al barón de Monsegratti, un noble italiano, que restauró la propiedad hace unos años.

En la plaza del pueblo se encuentra la iglesia parroquial, dedicada a la Purísima Concepción. La fachada está construida en piedra de sillería y el resto en mampostería y ladrillo. El primer cuerpo de la torre es de piedra, pero los demás de ladrillo con decoración barroca de tradición mudéjar, reflejada en unas bandas de ladrillo en esquinilla. El 14 de septiembre del año 1743 se inauguró este templo, cuya construcción fue impulsada por Doña Juliana de Palafox, Marquesa de Camarasa y los habitantes del lugar.

Se trata de un templo de una sola nave de tres tramos, cabecera y crucero. Tiene capillas entre contrafuertes y se cubre con bóveda de lunetos y el crucero con una interesante cúpula. La cabecera está presidida por un retablo de finales del siglo XVIII o pp. del XIX con la imagen de la Inmaculada Concepción, titular de la iglesia. Aparece flanqueada por las imágenes de los Santos Juanes, el Evangelista y el Bautista, 

En el crucero encontramos dos interesantes y magníficos retablos rococó, uno presidido por la Virgen del Rosario y en el ático la Virgen del Pilar y el otro con el Niño Jesús Triunfante y San Lamberto de Zaragoza en el Ático. Pero en templo guarda otros retablos de sumo interés como por ejemplo el de San Ramón Nonato, del siglo XVIII, que muestra todas las escenas de su vida.