Las torres gemelas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción son su elemento más característico. El gran edificio actual, de exterior macizo y aire militar, corresponde a una intensa reforma llevada a cabo en el siglo XVII, si bien el origen del conjunto es del siglo XIV, como atestiguan algunos restos mudéjares conservados en su interior, como el ábside.

La ubicación del templo, sus dimensiones y su disposición sugieren un primitivo uso defensivo además de religioso. El elemento más destacado del exterior es su portada, centrada en un elevado muro con sobria decoración de ladrillo y flanqueada por dos torres gemelas de considerable altura. Al interior encontramos un espacio barroco, con bóvedas de lunetos y capillas laterales abiertas mediante arcos de medio punto de aire clasicista. Este espacio es producto de la reorientación litúrgica del primitivo templo, que inicialmente se hallaba en línea con la portada y no en disposición transversal, como hoy está. Destaca en su mobiliario el altar mayor, barroco, dedicado a la Asunción de la Virgen y la Virgen de la Cama, ubicada en una de las capillas laterales.

En la zona de la antigua sacristía se ha ubicado un museo que exhibe interesantes piezas de orfebrería barroca, textiles de los siglos XV y XVI, códices medievales y lienzos con retratos de personajes ilustres, entre ellos el más famoso hijo de Munébrega: Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de la Orden del Hospital en el siglo XIV y personaje de relevancia histórica internacional. Fue también gran mecenas de las artes y de las letras, y poseyó un scriptorium en el que se volcaron numerosas obras clásicas al aragonés.