El paraje natural de los Ojos de Cimballa está formado por un manantial que surge junto al pueblo y aporta su caudal al río Molino para que éste nutra al Piedra, que hasta esta localidad apenas lleva agua. Hay un excelente mirador en el cerro que se yergue sobre los Ojos que permite contemplar el manantial, el pueblo y el castillo.

A sus pies, el viejo molino harinero ha sido rehabilitado y muestra cómo era la vida de antaño. No es este el único nacedero de Cimballa, localidad en la que surgen varios manantiales que alimentan el curso del río y son el origen del caudaloso río Piedra que poco más abajo se muestra exuberante en el salto de La Requijada y en el Monasterio de Piedra.