orera

Orera está situado a la izquierda del barranco de la rambla, a los pies de la sierra de Vicort. La torre mudéjar de la iglesia de Santiago el Mayor destaca sobre las casas del pueblo. Las bodegas se agrupan en lo alto del casco urbano, formando un conjunto muy elegante.

datos prácticos

 

Ayuntamiento: Plaza, 2

Tel: 976 892 410

Email: orera@dpz.es 

Gentilicio: orerano/a

Fiestas: Santiago y Santa Ana (25 y 26 de julio). La Virgen del Patrocinio (3er fin de semana de noviembre)

Distancia a la capital

Altitud

orera

Está situado al pie de la Sierra del Espigar, en el macizo montañoso del Sistema Ibérico, al lado de la Sierra Vicor, próximo al barranco de la Rambla, afluente del Perejiles. El origen de su nombre puede estar ligado al oro. Orero y Orera son los que buscaban pepitas de oro en la arena y en los lechos de los ríos. Según la tradición, la rambla que pasa por delante del caserío, sin duda, es aurífera, y de ahí le ha podido venir el nombre al pueblo.

El casco urbano nace en la rambla y se va encaramando por el cerro. De ahí sus barrios alto y bajo. Sus casas alternan el ladrillo, las piedras y el adobe. Frente al pueblo se alza un mirador natural desde donde se divisa el amplio paisaje de la ribera del Perejiles. Su término supo de la historia celtíbera, romana y musulmana.

El edificio de la iglesia parroquial de Santiago el Mayor, con su hermosa torre mudéjar, cuadrangular, se levanta en medio del casco urbano, a su alrededor las apretadas casas forman el caserío de tejados rojos, protegidos por la vertiente clara donde se abren las bocas de las viejas cuevas que fueron viviendas hasta hace algunas décadas.

Orera tiene una bonita fuente renacentista junto al canalizado barranco, que ha sido rodeada de un pequeño parque. Al otro lado de la Rambla se levanta la ermita de Nuestra Señora del Patrocinio, y más arriba el cerro donde emerge la ermita de Santa Ana.

Fotografía: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

iglesia De Santiago el mayor

La iglesia de Orera destaca por su torre mudéjar. Sus ladrillos tostados por el sol y erosionados por el viento dan a este campanario, que destaca sobre las blancas laderas, ese aire magnífico que tiene lo mudéjar cuando envejece y muestra las arrugas perfectas de su geometría resistiendo el ataque a los elementos. 

El templo es del siglo XVI, se levantó sobre una planta de nave única de cuatro tramos, con capillas entre los contrafuertes y cubierta con bóveda de lunetos y cabecera poligonal con presbiterio. En la iglesia se conserva el ábside poligonal de estilo mudéjar de cinco lados y la torre de planta cuadrada y remate octogonal. Sus dos primeros cuerpos son casi lisos, concentrándose la decoración en los superiores, donde se abrían dos vanos para campanas y, sobre ellos, otros tres, todos cegados cuando pocos años después se levantó el último cuerpo con vanos de medio punto para campanas, todo acompañado de los motivos propios de la época en forma de rombos y esquinillas.

Su interior tiene nave única con capillas entre sus contrafuertes y está pendiente de restaurar. 

Fotografía: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

Fotografía: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)

Fotografía: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)