palacios

Muchos de los pueblos de nuestra demarcación saben de familias pudientes o nobles que edificaron palacios que enriquecen sus cascos urbanos.

Casonas y palacios

La práctica totalidad de las localidades de nuestra demarcación poseen grandes casonas, palacios y otros edificios civiles de importancia. Hay pueblos que pueden presumir de varios de ellos, fruto de una extensa relación de nobles o infanzones que quisieron destacar sobre el resto de la población mandando edificar estos edificios de grandes dimensiones.

Probablemente, la mayoría de estas casonas o palacios estén fechados en la época más floreciente para nuestra tierra, los siglos XVI y XVII, cuando el estilo imperante era el llamado renacimiento aragonés. Se trataba de unos edificios con una tipología bien definida: realizados en ladrillo, con grandes fachadas y puerta en arco de medio punto. Se coronaban con la característica galería de arquillos bajo grandes aleros de madera labrada o ladrillo. En su interior, la vida giraba alrededor de un patio columnado.

Esta fue sin duda la tipología predominante en los palacios de nuestra comarca y de todo Aragón. Sin embargo, aún podemos contemplar otros modelos, como los medievales, básicamente fortalezas que una vez concluido su uso militar, se transformaron para servir como viviendas. También se levantaron otros tipos de palacios posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, en estilo barroco o neoclásico.

Para ver este tipo de edificios deberemos recorrer localidades como Ariza, Cetina, Alhama, Ibdes, Campillo de Aragón, Villafeliche, Fuentes de Jiloca, Maluenda, Sabiñán, Villarroya de la Sierra… Como decimos, en la práctica totalidad de pueblos hay ejemplos. Qué decir de la propia cabecera comarcal. Calatayud concentra la mayor parte de este tipo de edificios, con ejemplos notables fechados en épocas diversas.

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