Recreación de La Dolores: un viaje en el tiempo

La historia de Dolores Peinador, la conocida Dolores, dio un auténtico aluvión de obras en torno a su figura. Ahora, una recreación vuelve a poner al personaje en primera línea para conocer el Calatayud decimonónico.

datos prácticos

 

LOCALIDAD: CALATAYUD

 

FECHA: 22-23 septiembre

www.preguntameporladolores.com

Ayto. 976.886.332

historia

La recreación histórica «La Dolores, un viaje en el Tiempo» está organizado por la asociación El Juglar junto al departamento de Cultura del Ayuntamiento de Calatayud. El proyecto quiere poner en valor la figura de La Dolores y todo el patrimonio cultural bilbilitano del siglo XIX, desde recreaciones históricas, artesanía de la época y música folclórica entre otras. Más de 20 asociaciones y agrupaciones de Calatayud participan realizando los distintos actos.

Además, otro de los objetivos del proyecto pretende recuperar el tradicional mercado de productores locales agroalimentarios situado en la Plaza de España, centro del casco histórico de la ciudad. El fin último es poder decirle a todo el que visite Calatayud que: «si vas a Calatayud, no olvides preguntarnos por La Dolores»

Nacida en Calatayud el 13 de mayo de 1819, Dolores Peinador Narvión, la Dolores, fue hija de Blas Peinador (gallego y teniente de los Reales Ejércitos) y de Delfina Manuela Narvión, de una de las familias ricas bilbilitanas, y que moriría en 1827, cuando ella tenía ocho años. El viudo, que desde 1825 era Alcalde Mayor de la vecina localidad de Daroca, se casó de nuevo y «más preocupado por su carrera política que por los hijos de su primer matrimonio» llegaría a ostentar el cargo de Alcalde Mayor y Juez de Primera Instancia de Gerona en 1832.

Por su parte, María Dolores, descrita en su mocedad «alta, rubia, de ojos azules, que más por el señorío de su porte y su gentileza, atraía por la sugestión de su mirada». A los veinte años de edad, Dolores se casó en secreto en Zaragoza con Esteban Tovar, un teniente granadino que dejó el ejército para vivir de la herencia de Dolores, objetivo que ambos consiguieron dilapidar en poco tiempo y que les llevó a la miseria. Completando la biografía de Dolores Peinador, el bilbilitano Antonio​ Sánchez Portero relata que tras no poder hacer frente a una sustanciosa deuda y después de haber vivido en Calatayud (donde Dolores engendró cuatro hijos, Amalia, Manuel, Enrique y Emilia Cruz, y comenzó a forjar su leyenda), el arruinado matrimonio se trasladó a Madrid, donde vivió sucesivamente en la calle de la Ballesta, la calle de la Cruz Verde, la de Jardines y en el número 8 de la Flor Alta, donde Dolores murió en agosto de 1894 en una de las dependencias de los bajos del Palacio de los Marqueses de Altamira, y «fue enterrada en La Almudena en una tumba de caridad». Cabe anotar que en Madrid, Dolores concibió dos hijos más, Esteban, nacido en 1857, y Casilda Enriqueta, nacida en 1860.

DE DÓNDE SURGE LA LEYENDA

José María Iribarren, en su libro El porqué de los dichos, y el propio José Feliú y Codina –autor del libreto dramático que luego se hizo zarzuela– citan a un ciego (‘Pascualón’) como autor o al menos cantor-recitador de la primitiva copla popular. Aunque algunos autores relatan el episodio del ciego cuando «una guapa moza, donairosa y alegre» le preguntara en tono cariñoso por la causa de su ceguera y le diera una limosna, los versos equívocos de la copla popular eran: «Si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores, que es una chica muy guapa, y amiga de hacer favores» (y el equívoco era ‘qué tipo de’ favores). La versión del texto que recogió Iribarren se publicó en El Español del 13 de octubre de 1945 con el título «Cómo nació la canción de La Dolores», artículo firmado por Gregorio García Arista. Los estudiosos del tema sitúan la aparición de la copla anónima en el Calatayud de mediados del siglo XIX, y la consideran responsable de que Dolores Peinador se trasladase a Madrid.

Fotografías: Luis Manuel García Vicén (As. Torre Albarrana)