La mayor concentración termal de aragón

La Comunidad de Calatayud concentra la mitad de los balnearios existentes en toda la Comunidad Autónoma Aragón

Agua y piedra se combinan para ofertar unos parajes inigualables en los que surgen cálidas las esencias de la tierra. Esas termas, conocidas desde la época romana, continúan hoy en día aportando sus aguas cálidas, que emergen de lo profundo de la tierra para aportar bienestar y contribuir a mantener la buena salud de quienes en ellas se sumergen, de quienes las ingieren o de quienes las inhalan.

Paracuellos de Jiloca, localidad ubicada en las inmediaciones de Calatayud ascendiendo por el Jiloca, cuenta con un magnífico balneario cuyas aguas sulfuradas se explotan desde antaño.

El principal atractivo turístico de Alhama es sin duda el agua termal. Desde tiempos inmemoriales, los distintos pobladores de estas tierras han hablado del agua cálida que aflora de la tierra. El nombre romano de Alhama era Aquae Bilbilitanorum (agua de los bilbilitanos), por la cercanía de Bílbilis (Calatayud). Posteriormente, los árabes, que dominaron Alhama durante más de 400 años (713-1122), la llamaron Al Hamman (los baños), nombre del que deriva el actual.

En estos momentos sólo se encuentran en explotación dos establecimientos termales de los cuatro que tradicionalmente (desde el primer tercio del siglo XIX) funcionaron en Alhama. Las aguas de Alhama, que brotan a una temperatura de 33-34 grados, son oligometálicas, nitrogenadas, radioactivas e hipertermales y tienen algunas características que las hacen únicas. Sus indicaciones terapéuticas son numerosas: procesos reumáticos articulares y de partes blandas, neuritis y neuralgias, procesos inflamatorios crónicos de vías respiratorias altas y bronconeumopatías, etc. Su ligera radiactividad las hacen altamente relajantes y por eso son también indicadas para recuperación, rehabilitación, alivio, prevención, mejora y cuidado de la salud integral de la persona.

Por último, Jaraba alberga tres establecimientos balnearios que están específicamente indicados para afecciones de riñón, reuma o vías respiratorias. Dos de ellos, Sicilia y Serón, se encuentran junto al casco urbano, mientras que el de La Virgen se localiza en las afueras, donde se inicia el agreste desfiladero del río Mesa, junto a la carretera de Calmarza. Los balnearios son en sí un reclamo turístico, ya que a los tratamientos minero medicinales que proponen, se suman unos edificios que combinan lo mejor de la tradición decimonónica con modernas soluciones arquitectónicas que aprovechan el terreno para realizar piscinas termales, galerías de baños, salas de relajación y fuentes espectaculares.