Dance y Contradanza de cetina
Cetina conserva en sus fiestas de San Juan Lorenzo unas celebraciones ancestrales y plagadas de simbolismo que son unos de los festejos más importantes de Aragón.
datos prácticos
fiestas
Las fiestas principales de Cetina se celebran cada 19 de mayo en honor a San Juan Lorenzo (o Juan de Cetina). San Juan Lorenzo nació en Cetina y, tras brillar en la orden franciscana como predicador incansable, alcanzó el martirio en la Alhambra de Granada el día 19 de mayo de 1397. Es por ello que Cetina, desde prácticamente el momento mismo de su martirio, lo aclama como su santo patrón. Dos son las expresiones más relevantes de esta fiesta: el dance y la contradanza.
En 1641 Cetina en pleno juró con voto de sangre celebrar la fiesta de San Juan Lorenzo cada 19 de mayo mientras que el mundo sea mundo. Es por ello que cada año la villa se desborda de entusiasmo al celebrar a su hijo más amado y más glorioso.
dance
El dance de Cetina es de los más antiguos de Aragón, ya que se tienen noticias de su existencia en el año 1636. Se representa en honor al patrón de la Villa de Cetina, San Juan Lorenzo, eremita, franciscano y mártir. En el Dance intervienen el «Mayoral», el «Zagal» y ocho danzantes que bailan durante la procesión religiosa en la mañana del 19 de mayo, recitando posteriormente unos versos o «dichos» en la «Plaza de la Villa». Allí se ejecutan algunas partes de las que se compone el Dance, con espadas, palos o «palitroques» y castañuelas de grandes dimensiones.
El «Mayoral» y «Zagal» llevan montera de piel de cordero y debajo de esta un pañuelo rojo de seda atado a la cabeza, con una rosa natural roja al lado izquierdo; el traje es similar al tradicional aragonés, con camisa blanca, calzón corto y medias blancas de algodón. El «Mayoral» lleva una gran castañuela colgada de su hombro derecho y el «Zagal» una «gayata» o cayado. Los danzantes, niños de 10 a 12 años, llevan pañuelo a la cabeza con rosa natural, saya blanca adornada con cintas, lazos y puntillas, un fajín o peto, medias de algodón blancas, alpargatas «miñoneras», dos enaguas blancas almidonadas, un transparente, etc. El 18 de mayo, día de la víspera de la fiesta, llevan el pañuelo, cintas, lazo y transparente de color azul y el 19 de mayo de color rojo.
La representación de la parte musicada y bailada del Dance, va acompañada de unos «dichos» recitados al Santo con detalles de su vida y alabanzas de su obra, por todos los danzantes, y otros de súplica o plegaria, recitados por el «Mayoral» y el «Zagal» en los que incluyen críticas y alegorías jocosas a la actualidad del momento, con relación al municipio, las autoridades o el vecindario. Una vez concluida la representación en la plaza, toda la comitiva prosigue la procesión a la iglesia.
Fotografías:
Pedro Mancebo
Luis Manuel García Vicén (Asociación Torre Albarrana)
contradanza
La Contradanza es un espectáculo realizado por nueve hombres jóvenes, cuatro de ellos vestidos con trajes negros y adornos sobrepuestos en blanco, los otros cuatro llevan trajes blancos con los adornos en negro. Los ocho cubren su rostro con caretas y el noveno lleva un traje rojo con flores y puntillas blancas, la cara la lleva tiznada haciendo el símil de patillas, bigote y perilla; también lleva una gran boina roja con una borla colgante. Este personaje es «el diablo» y dirige el baile en completa oscuridad, ya que se elimina la iluminación eléctrica y solamente se iluminan con diez «hachas» o antorchas encendidas, fabricadas con cuerdas trenzadas y embadurnadas con «pez».
La duración del espectáculo es variable, dependiendo del número de mudanzas y «escuches» realizados. En la actualidad se representan una treintena de mudanzas y un «escuche» cada cuatro de ellas, por lo que el tiempo empleado en la representación es ahora de una hora y media aproximadamente. Las mudanzas que componen el espectáculo imitan formas plásticas y llevan los nombres que representan como: «El dios de las aguas» (Neptuno), «Los arcos», «El retablo», «La silla», «Las tijeras», «La cama», «La peana», «San Pascual Bailón», «San Juan Lorenzo», «San Miguel», «Batán por alto», «El castillo», «La vuelta de la campana», etc. Después de la representación de esta última mudanza, comienza una pantomima denominada «el afeitado y la muerte del diablo», en la que el diablo permanece sentado en una silla y los contradanceros se acercan uno tras de otro bailando. Sucesivamente le acercan una toalla, una bacía, una jarra y jabón. Los siguientes lo preparan para el afeitado, le retiran los utensilios y el último le pide la bolsa del dinero, a lo que este se niega. Le amenaza mostrándole una navaja de barbero, que luego «afilará» en las posaderas de otro contradancero, y le vuelve a solicitar la bolsa que recibe y esconde entre el público. Aparenta matar al diablo, que cae al suelo y después de hacer ver que está bien muerto, le llora llamando al resto de contradanceros, con los que pasea al diablo levantado por encima de los hombros de los demás, con las hachas en alto. Lo dejan en el suelo y «resucita», finalizando la contradanza con un baile más rápido como de apoteosis final.
La música de la Contradanza es muy repetitiva, con una mínima variación en los momentos de los “escuches”. Acompañada tradicionalmente por la Banda de La Almunia de Doña Godina, en los últimos años otras agrupaciones han cogido el testigo de dicha interpretación.