La Semana Santa en la Comunidad de Calatayud goza de fuerte raigambre y reconocimiento en las numerosas manifestaciones que se suceden en sus localidades. En concreto las celebraciones de Calatayud, Torrijo de la Cañada y Ateca están declaradas Fiestas de Interés Turístico de Aragón.

Semana Santa Calatayud. San Pedro y el gallo.

En Calatayud, en el siglo XV, los frailes de la Orden de San Francisco de Asís, que contaba en Calatayud con una importante fundación, ideó una de las manifestaciones más antiguas y populares de la Semana Santa bilbilitana, la procesión del Viernes Santo, para catecumenizar a los pobladores locales. Con el tiempo llegó a cobrar gran auge y riqueza y en ella participaban todos los gremios y profesionales. Es una gran narración bíblica que cuenta con 24 pasos procesionales realizados entre los siglos XVII al XX, portados por las 12 cofradías y más de 300 personajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Parte de la iglesia de San Juan el Real y recorre las principales calles del casco antiguo de Calatayud hasta la plaza del Mercado, donde tiene lugar el auto sacramental del Santo Entierro de Cristo, que se celebra desde el siglo XV, hasta volver a la iglesia de San Juan el Real donde finaliza. Este es el acto más emocionante de una Semana Santa considerada como una de las más antiguas y singulares de España, y una de las que primero arranca en el calendario, con el Vía Crucis que se celebra el primer domingo de marzo.

En Ateca se habilitó un Centro de Interpretación de la Semana Santa, donde se explica la historia de las celebraciones de la Pasión de Cristo desde la fundación de la Hermandad de la Soledad en 1660, encargada de organizar los actos de la Semana Santa y, bajo su patrocino, la Banda de Trompetas y Tambores. Celebran actos muy señeros como el Sermón de la Bofetada, el Pregón o la escenificación del Entierro de Cristo a cargo de los vecinos, además del conocido Paso de la Muerte, el más sorprendente y popular: un esqueleto humano auténtico engarzado con alambre que salió por primera vez en 1661.

Semana Santa Ateca. Paso de la Muerte

En Torrijo de la Cañada los vecinos se vuelcan con la representación del «Abajamiento» o descendimiento de Jesús de la cruz, un conjunto de escenas de gran detallismo y simbolismo. Es una gran recreación que comprende el prendimiento, el viacrucis y el descendimiento y entrega del cuerpo de Cristo a la Virgen, el desfile del Santo Entierro y, al día siguiente, la resurrección, todo ello con gran protagonismo de los numerosos soldados romanos que participan en la recreación.

Semana Santa Torrijo. Representación del «Abajamiento»